Ambos recursos tienen similitudes para su cuidado:
Gestión eficiente: Debemos evitar el desperdicio del agua. Nuestro dinero tampoco se debe de desperdiciar. Esto implica presupuestar, ahorrar e invertir de manera inteligente.
Reducción de gastos innecesarios: Ahorrar agua es evitar su uso excesivo en actividades no esenciales. En finanzas es igual a reducir los gastos innecesarios.
Conciencia del valor: Del agua como recurso vital. En finanzas, es similar a tomar conciencia sobre cada peso que ganamos y gastamos.
Inversión socialmente responsable: Una forma de ayudar a conservar el agua es invertir en empresas comprometidas con el medio ambiente, hazlo.
Educación financiera para todos: Educar a las personas sobre el uso responsable del agua es tan importante como recibir educación financiera cuyo objetivo es tomar decisiones bien informadas.